La UE culpó a Bolsonaro, cuando éste era presidente, por no ratificar el acuerdo con el Mercosur. Ahora con Luiz I. Lula da Silva al frente de Brasil desde el 1° de enero de 2023, todo sigue incambiado. Parece que Bolsonaro solo fue una excusa.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | ¿Cuál es la relación de la Unión Europea con los países de América Latina y el Caribe? El Parlamento Europeo publicó en sus “Fichas temáticas sobre la Unión Europea” una nota sobre las relaciones de ese bloque con esta parte del mundo.
Para los países del Mercosur, la Unión Europea es un objetivo lejano. Años de negociones para lograr un acuerdo que nunca dejó de ser un titular de diarios que nunca se concretó. Energía e ilusión gastadas generosamente, para estar siempre estancados en el mismo lugar.
Sin embargo, un documento del Parlamento Europea afirma que a escala regional hay una sociedad “natural” de la UE con América Latina y el Caribe (ALC), con “estrechos lazos culturales, económicos y políticos”. Agrega que el la UE realizó “acuerdos con veintisiete de los treinta y tres países de la región”, además de que “los vínculos económicos también son fuertes” porque la UE “es el primer inversor en la región, su tercer mayor socio comercial y el mayor contribuyente a la cooperación al desarrollo”.
La “ficha temática” expresa que “las relaciones” con la región se manifiestan y desarrollan a “distintos niveles” y que la Unión Europea “busca reforzar y modernizar la asociación estratégica birregional”, para lo cual “interactúa con el conjunto de la región a través de cumbres con jefes de Estado o de Gobierno, y de la diplomacia parlamentaria, a la vez que establece vínculos con el Caribe, América Central, la Comunidad Andina, Mercosur y algunos países concretos mediante acuerdos y diálogo político”.
Además, si se e juntan, los países de la UE y ALC “representan más de un tercio de los Estados miembros de las Naciones Unidas y constituyen un motor en favor de un sistema multilateral sólido basado en normas”.
El texto al que accedió Todo El Campo recuerda que en junio del año pasado, se difundió el documento “Una nueva agenda para las relaciones entre la UE y América Latina y el Caribe” (*), el que tiene como objetivo “reforzar las relaciones y renovar la asociación UE-ALC”.
Ese documento se centra en seis ámbitos prioritarios: a) Una asociación política renovada; b) el refuerzo de la agenda comercial común; c) la estrategia de inversión de la Pasarela Mundial para acelerar unas transiciones ecológica y digital justas, y combatir las desigualdades; d) aunar fuerzas en pro de la justicia, la seguridad ciudadana y la lucha contra la delincuencia transnacional organizada; e) un trabajo conjunto para promover la paz y la seguridad, la democracia, el Estado de Derecho, los derechos humanos y la ayuda humanitaria; f) la construcción de una asociación interpersonal dinámica.
BOLSONARO, LA EXCUSA.
El texto se refiere también a las cumbres de ambas regiones, la dimensión parlamentaria y Las relaciones con las subregiones: con la Comunidad Andina (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú), el Caribe, América Central, el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).
En cuanto al Mercosur expresa: “En 1999 se iniciaron las negociaciones sobre un acuerdo de asociación con Mercosur que incluyera el diálogo político, la cooperación y el libre comercio” y que fue en 2019 que “se alcanzó un acuerdo político”.
“La ratificación del acuerdo de asociación quedó en suspenso debido a la preocupación por las normas medioambientales y en materia de derechos humanos en Brasil bajo el Gobierno del presidente (Jair) Bolsonaro”.
“Las negociaciones se reanudaron con la elección del presidente Lula da Silva en 2022, pero en la actualidad el proceso de adopción se encuentra en un punto muerto”, dice el texto del Parlamento Europeo.
COMENTARIO: Lo que no se explica en esa “ficha temática” (como sí lo hace respecto al Gobierno de Bolsonaro), es por qué no ha habido avances en las negociaciones. Si el problema era Bolsonaro, su salida de la Presidencia debería verse reflejada en la voluntad de negociación europea, y eso no ha sucedido.
Continúa señalando que si el acuerdo UE – Mercosur entra en vigor, “las exportaciones de la UE se beneficiarán de la supresión de los derechos de aduana sobre el 91% de los bienes y de la reducción de derechos sobre diversos productos”.
Por otra parte, “la UE suprimirá los aranceles sobre el 92% de los bienes importados del Mercosur, pero mantendrá los contingentes arancelarios sobre los productos agrícolas sensibles”.
COMENTARIO: No parece inteligente frenar un acuerdo comercial entre la UE y el Mercosur cuando sería positivo para ambas partes. ¿Qué impide avanzar, privando a millones de ciudadanos de uno y otro lado del océano, verse beneficiados por las ventajas que implicaría su puesta en marcha de una vez por todas?
(*) Documento Una nueva agenda para las relaciones entre la UE y ALC.
(**) En el siguiente enlace acceda a la ficha temáticas sobre la Unión Europea y su vínculo con otras regiones y países.
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