Desde correr en busca de paja de arroz a hoy, cuando la situación es de mucha vaca preñada, poco ganado gordo preparado, poca vaca de invernada y praderas y verdeos demorados o sin dar pastoreo.

Horacio Jaume | Montevideo | Todo El Campo | El tiempo, las situaciones y el panorama cambian tan rápidamente que nos sorprende.

Hace un año estábamos prácticamente en la cola de las cosechadoras de arroz para hacernos de la paja para darle de comer a los animales ya que estos, afectados por la seca, no tenían qué comer.

Después empezó a llover y la primavera se fue de verano. Eso produjo abundancia de pastos hasta el otoño.

El rodeo vacuno había tenido una baja cosecha de terneros, producto de la seca, frente a la abundancia de pasto, los terneros fueron más pesados, las vacas mejoraron su estado y se preñaron rápidamente.

El panorama ahora se presentaba con terneros mas pesados, un rodeo más joven y buena preñez.

Esa situación tuvo como consecuencias menos vacas para la invernada.

Si bien los indicios de que ahora se hacían más reservas, indudablemente no es una práctica generalizada.

Las lluvias no pararon y con ellas llegaron las inundaciones que demoraron el hacer praderas y verdeos, o demoraron en dar pastoreo.

Los temporales y las camas mojadas provocaron pérdidas de kilos. Hoy ya es difícil conseguir ganado gordo de campo, y los corrales pasan a tener un papel preponderante para la faena.

La situación hoy es entonces: mucha vaca preñada, poco ganado gordo preparado, poca vaca de invernada y praderas y verdeos demorados o sin dar pastoreo.

Los mercados internacionales no dan muchas señales positivas, principalmente China.

Resta saber ahora qué incidencia puede tener, a nivel mundial, la falta de ganado de Río Grande do Sul.

Foto de El Baqueano.

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