Hay una marcada disminución de las poblaciones de vida silvestre, incluidos los mamíferos marinos en América del Sur. Hay que ver la vida silvestre como un riesgo potencial para la salud humana y animal de producción, pero también “como seres que merecen protección por derecho propio”.
Montevideo | Todo El Campo | La afirmación del título fue hecha por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) en un reciente artículo publicado en su página web.
La institución sanitaria de gran prestigio global señala que la gripe aviar ha pasado de un continente a otro llegando a la Antártida, además a contagiado a mamíferos. Ha comenzado una “nueva normalidad” en la que la enfermedad está pasando de las aves silvestres a los mamíferos silvestres con impactos más allá de todo lo que se había visto anteriormente, dice categóricamente.
“Hay una marcada disminución de las poblaciones de vida silvestre, incluidos los mamíferos marinos en América del Sur”, afirma. “La pérdida de vida silvestre a la escala actual presenta un riesgo sin precedentes de colapso de la población de vida silvestre, creando una crisis ecológica”.
Sin embargo, también “existen estrategias para proteger mejor la vida silvestre a corto y largo plazo”, asegura la OMSA, que hizo un llamado a “ver a la vida silvestre como un riesgo potencial para la salud humana y animal de producción, sino como seres que merecen protección por derecho propio”.
El siguiente es el artículo completo de la OMSA titulado “La fauna silvestre está amenazada por la llegada de la gripe aviar a la Antártida”.
LA FAUNA SILVESTRE ESTÁ AMENAZADA POR LA LLEGADA DE LA GRIPE AVIAR A LA ANTÁRTIDA.
La propagación en curso de la influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP) ha alcanzado un hito sin precedentes con los informes de su reciente detección en el continente de la Antártida. Emergiendo en Europa en 2021, el virus ha atravesado continentes, llegando a América del Norte en el mismo año y a América del Sur en 2022. Más recientemente, ha ampliado su alcance a las islas antárticas en 2023. Sin embargo, la gravedad de la situación se intensifica a medida que se infiltra en el extremo norte del continente de la Antártida.
El descubrimiento se produjo a través de la identificación del virus en un págalo del Polo Sur recolectado por científicos argentinos cerca de la base de investigación antártica argentina, Primavera. Los skúas, grandes aves marinas que se reproducen en zonas subantárticas y antárticas, representan un vector preocupante ya que migran más al norte cuando no se reproducen.
Una vez considerada principalmente una amenaza para las aves de corral, la IAAP ha marcado el comienzo de una «nueva normalidad» en la que la enfermedad está pasando de las aves silvestres a los mamíferos silvestres con impactos más allá de todo lo que se había visto anteriormente. Las estimaciones varían, pero según el último recuento, desde 2021 se han visto afectadas 485 especies de más de 25 órdenes de aves y se han infectado 37 nuevas especies de mamíferos.
Sólo las islas del Pacífico, Australia y Nueva Zelanda permanecen libres de la enfermedad, pero la situación está cambiando rápidamente.
Los brotes de gripe aviar altamente patógena han dado lugar a una marcada disminución de las poblaciones de vida silvestre, incluidos los mamíferos marinos en América del Sur.
Pero a pesar de los desafíos, existen estrategias para proteger mejor la vida silvestre a corto y largo plazo. Estos incluyen la prevención de nuevos eventos de contagio hacia y desde las aves de corral a través de la mejora de la bioseguridad, la implementación de sistemas de vigilancia mejorados para informar sobre la epidemiología del virus y beneficiar a la vida silvestre, y la respuesta a los brotes en la vida silvestre utilizando un enfoque coordinado, interinstitucional y multisectorial. Por ejemplo, el Grupo de Trabajo sobre Vida Silvestre de la OMSA ha elaborado nuevas directrices sobre la vacunación de emergencia de aves silvestres de gran importancia para la conservación contra la gripe aviar altamente patógena y la gestión de la gripe aviar altamente patógena en mamíferos marinos.
La pérdida de vida silvestre a la escala actual presenta un riesgo sin precedentes de colapso de la población de vida silvestre, creando una crisis ecológica. La OMSA alienta a los miembros a responder rápida y exhaustivamente a los brotes de gripe aviar altamente patógena en la fauna silvestre, haciendo hincapié en la incorporación de la sanidad de la fauna silvestre en los sistemas de vigilancia, notificación, preparación y respuesta en materia de sanidad animal.
Estos esfuerzos requieren no solo ver a la vida silvestre como un riesgo potencial para la salud humana y animal de producción, sino como seres que merecen protección por derecho propio. La OMSA subraya la importancia de una sólida coordinación interinstitucional y de la inclusión de diversos conocimientos especializados para garantizar la transparencia, la equidad y el beneficio mutuo de las decisiones.
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