Horacio Jaume: «El panorama regional y global está confuso, no es novedad, pero tratemos de simplificar y quedarnos con lo más importante, aunque es difícil determinar qué es más importante».
Horacio Jaume | Montevideo | Todo El Campo | No podemos cerrar los ojos frente a la realidad. Digo esto porque yo me podría zambullir en el quehacer agropecuario ignorando lo que nos rodea, pero estaría cometiendo un error garrafal.
Si uno hace un punteo de lo que ha sucedido vemos que al Gobierno “linda administración le tocó”, que desde el momento de asumir el presidente Luis Lacalle tuvo que engancharse con la pandemia, debió cambiar su libreto y salir a enfrentar cosas que no se preveían que podían suceder.
Después y enseguida se generó el problema de la sequía, con la falta de agua que se manifestó a través de cosechas muy malas y que fueron a incidir en las cuentas públicas.
Otro tema primordial fue la guerra en Ucrania, una zona cerealera y política que no es menor, lo que generó como consecuencia el alineamiento de los países, unos con otros, mercados que se abren, otros que se cierran.
Pero como si todo esto fuera poco, hoy la propia guerra en Ucrania pasó a segundo término, porque el conflicto en Medio Oriente entre Israel y Hamas tampoco es menor. Y allí entra otro punto en el que se debe ser muy cuidadoso y es el saber cuáles son las fuentes de las noticias. Porque las guerras se juegan en diferentes planos, uno de ellos es el manejo de las noticias, el saber qué imagen hay que dar al exterior sobre el panorama que se está viviendo. No es sencillo saber cómo llegar a la profundidad de los temas, y cada uno trata de vestir la situación según su real parecer y entender.
Todo eso va a reflejarse en otros aspectos, por ejemplo, en que los mercados van a ser fiel reflejo de lo que esté sucediendo.
Para colmo de males, el barrio está alborotado. Argentina está en elecciones y los datos que nos llegan es que las preferencias del pueblo argentino saltan de un lado para el otro y uno queda desconcertado solo con mirarlo y sin ser parte. Lo cierto es que los argentinos deben volver a las urnas para decidirse en medio de la polarización.
Pero usted que está acá, en Uruguay, ¿cree que podrá permanecer al margen de lo que suceda?, pues no.
El tema no termina ahí, porque el que está contento por las elecciones argentinas es Brasil, que quería que el candidato oficialista Sergio Massa se recompusiese ya que necesita para su liderazgo el poder contar con alguien que hable su idioma, y en eso está más cerca Massa que los otros competidores en la contienda electoral.
Tal es así que el presidente de Brasil, Luis Ignacio Lula da Silva, mandó asesores publicitarios a Argentina para que trataran de colaborar con la campaña de Massa. Esto no es invento mío, ha circulado por diferentes medios.
Hay un tema más, en diciembre llegamos al plazo límite para decidir si se va a firmar el tratado de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea. Pero esa decisión que debería tomar la Comunidad Económica Europea y que ya tendría que estar chequeando los últimos arreglos se enfrenta ahora a problemas ambientales que Brasil no está dispuesto a cumplir y por tanto no estaría dispuesto a firmar.
El panorama regional y global está confuso, no es novedad, pero tratemos de simplificar y quedarnos con lo más importante, aunque es difícil determinar qué es más importante.
Mientras en el mundo y la región se da todo ese merengue, en Uruguay siguen los remates, hubo repunte en los precios, el gordo lentamente se va afirmando y la faena ha aumentado.
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