Los cuidacoches identificados cumplieron su tarea con amabilidad, no así unos pocos abusivos que exigían un pago a quienes estacionaban en la vía pública.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | En las redes sociales han circulado fotos y videos mostrando al personal de la Intendencia de Montevideo multando o guinchando vehículos en la zona de la Expo Prado que estaban mal estacionados o cometiendo alguna infracción.
Todos los años pasa igual. El flujo de vehículos es enorme y desde temprano en la mañana el barrio queda sin espacios para estacionar, lo que se agrava con el paso de las horas. Es ahí que los que van llegando estacionan en lugares no permitidos. Minutos u horas después pasa el personal de la División Tránsito de la Intendencia y aplica las multas o se lleva los vehículos con el guinche, lo que genera el enojo en algunos.
Paralelamente, como ocurre en todos (o casi todos) los espectáculos masivos, aparecen avivados que se hacen pasar de cuidacoches, indican a los conductores donde estacionar y cuando el vehículo ya está acomodado cobran por adelantado un monto por ellos impuesto caprichosamente. Para evitar problemas o pérdidas de tiempo la mayoría de los conductores accede a pagar.
Sobre lo primero, los vehículos mal estacionados y multados o guinchados por la Intendencia, no hay mucho que decir. En esa zona de la ciudad la señalización es clara y todo conductor conoce la cartelería que indica no estacionar, por lo tanto al hacerlo asume un riesgo conscientemente.
También es verdad que hay zonas sin carteles y que los conductores pueden considerar como de estacionamiento autorizado. Por ejemplo, es muy común que en eventos de convocatoria masiva (partidos de fútbol, espectáculos musicales, la misma Expo Prado), la gente estacione en zonas sin cartelería como son canteros o plazas. Nuevamente aquí el error y la responsabilidad es del conductor, ya que nada autoriza el estacionamiento (sean unos pocos o cientos) en espacios públicos.
Por muy desagradable que parezca, la tarea del inspector de tránsito es la de hacer cumplir las normas, y por tanto multar a quien estaciona en un lugar indebido no solo es correcto, también es su obligación.
En cuanto a los cuidacoches (identificados con chalecos y un carné) hay que dejar en claro que mientras duró la Expo Prado la inmensa mayoría desempeñó esa función con amabilidad y responsabilidad, ayudando a estacionar y salir los vehículos. Lo observé especialmente cada día y en diferentes calles.
Sin embargo, un número muy menor, sin identificación de ningún tipo, exigió un pago previo. Sobre estos últimos, verdaderos sinvergüenzas, no vi fotos, videos ni comentarios indignados, como sería de esperar.
Para el próximo año, la Policía y la Intendencia deberían tener en cuenta la presencia de esos personajes, para tomar medidas acordes y proteger a las familias que van a la Expo Prado a pasar bien.
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