Ec. Salvaro: Con la medida tomada (dólar maíz) “hacés matemática y no te cierra el maíz, no te cierra la soja”. Además se encarece la cadena cárnica, láctea y avícola.

Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | Una de las obras del ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa, fue la creación del dólar agro -en abril de este año-, un nuevo tipo de cambio que se sumó a otros conformando, en ese momento, 48 valores diferentes para la moneda estadounidense. Si aquello era disparatado, ¿qué decir hoy que ya son 53 los tipos de cambio argentinos?

Lo más curioso de todo es que el dólar más popular, que suele ser noticia, consulta y fuente de comentarios de gobernantes, economistas y la población general, es el llamado dólar blue que en la economía argentina tiene una trascendencia mayor que el oficial, aunque su origen es irregular.

No se cómo se ve desde otros países, pero desde Uruguay la política monetaria argentina parece un disparate financiero grotesco, aunque sin dudas los gobernantes de nuestros vecinos no lo entienden así ya que continúan ensanchando la variedad y esta vez con el aval del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Y no es que este organismo internacional se haya “peronizado”, sino que quiere evitar quedar atrapado en la maraña a la que se ha expuesto al otorgar financiamiento a un país en quiebra, con un presidente ausente, un ministro de Economía más candidato en campaña que ejerciendo la conducción económica, una inflación galopante y arriba del 100%, un dólar disparado y sin un techo visible, un país con crecimiento de la pobreza (40% según datos oficiales), una fuerza laboral cada vez más incorporada al Estado y planes sociales por doquier.

Entre tanto caos, el último gran invento de Massa, del cual se hablaba desde hace algún tiempo pero que se confirmó en las últimas horas, es la instrumentación del dólar maíz, con un funcionamiento acotado al 31 de agosto. Con ese nuevo instrumento, el Gobierno espera recaudar para el Banco Central la suma de US$ 2.000 millones.

Todo un respiro, pero se debe advertir y ser sinceros: esa medida no deja de ser una solución temporal que busca más que nada pasar las elecciones (*), patear la pelota para adelante y dejar para después el trabajo serio que realmente intente solucionar el problema de fondo. Típico de populistas.

El valor del nuevo dólar se ubicará en los 340 pesos argentinos, incluirá al maíz y a las economías regionales, pero dejará afuera a la soja. La inclusión del maíz está vinculada al cupo de exportación, otra medida intervencionista muy argentina que busca proteger y asegurar el mercado interno.

El 80% de la producción de maíz se concentra en la llamada zona núcleo maicera que la compone el norte de la provincia de Buenos Aires, el sudeste de Córdoba y el sur de Santa Fe.

UNA MEDIDA DESTRUCTIVA.

Una nota de la periodista Gabriel Origlia, corresponsal de La Nación en la provincia de Córdoba, señala que en Argentina hay 5,5 millones las toneladas de maíz disponibles para vender.

Sebastián Salvaro, analista de la consultora AZ, dijo este lunes al programa La Red Rural (radio La Red de Buenos Aires) que con la medida que se tomará “hacés matemática y no te cierra el maíz, no te cierra la soja. Estamos a 15 días de las elecciones y somos buscadores permanentes de fechas límite”.

En el diario La Nación, Salvaro agregó que es una medida que “destruirá valor por todos lados”. Agregó que desde el 18 de julio al lunes 24 el precio del maíz aumentó 30% en la pizarra de Rosario y eso “impacta fuerte sobre los negocios ganaderos y los termina de destruir porque no le ganan a la inflación”.

No se beneficia al productor de maíz porque no lograran que le paguen paridad -es el mismo efecto que ya se vio con la soja en las ediciones de dólar soja- y perjudican al productor de carne, huevos y leche ya que su principal materia prima sube en pesos y es difícil transferir a góndola esa alza”, explicó.

LA INCERTIDUMBRE.

El Ec. Esteban Domecq escribió en su cuenta de Twitter un hilo en donde analiza la situación argentina el que cierra con “algunas reflexiones” de las que cito: “Sin el acuerdo (con el FMI, desde el Gobierno) tenían que anunciar algo antes de empezar la semana sabiendo que la corrida se va a seguir acelerando”. Por otra parte agregó que “el impuesto país a bienes y servicios se trasladará a precios acelerando la inflación”.

Creo necesario precisar que mientras escribo este artículo al mediodía del lunes 24, en Argentina el flujo informativo no se detiene y cada hora van surgiendo datos que impactan en el comportamiento del mercado y las variables económicas por lo cual es difícil saber cómo amanecerá el martes 25.

Lo único permanente es el cambio, decía Heráclito. Nosotros podemos agregar que en Argentina la única certeza es la incertidumbre.

(*) La agenda electora argentina para este año es la siguiente: domingo 13 de agosto, elecciones internas (PASO) nacionales; domingo 22 de octubre, elecciones generales nacionales; y en caso de haber segunda vuelta será el domingo 19 de noviembre.

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