El sector agrícola es el que menor responsabilidad tiene en la emisión de gases y los efectos negativos de éstos.

Hébert Dell’Onte | Montevideo | Todo El Campo | La Unión Europa (UE) se puso como objetivo impulsar el uso de vehículos eléctricos bajo el argumento de evitar y reducir todo cuanto sea posible las emisiones de CO2. En ese sentido, el Parlamento Europeo prohibió la venta de vehículos a nafta y gasoil a partir de 2035, fecha muy próxima de la que apenas estamos a 12 años por lo que se espera una drástica y pronta reducción de esos vehículos mientras se da un incremento paralelo de los cien por ciento eléctricos.

Se busca reducir a cero las emisiones de los vehículos y las camionetas nuevos, la medida alcanza a los híbridos.

Recientemente el Parlamento Europeo publicó información elaborada a inicios de 2019 y actualizada al 14 de febrero de 2023 en el cual plantea que “el transporte fue responsable de aproximadamente una cuarta parte de las emisiones totales de CO2 de la UE en 2019, de las cuales el 71,7% provino del transporte por carretera”, según datos recabados a través de la Agencia Europea de Medio Ambiente.

Tomando como base 1990, la UE pretende “lograr una reducción del 90% de las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes del transporte para 2050”, y avanzar en la “neutralidad climática bajo la hoja de ruta del Pacto Verde Europeo”.

La siguiente imagen muestra cómo el sector transporte fue el único que no redujo sus emisiones de gases de efecto invernadero desde 1990 y 2019. Se ve la evolución del transporte doméstico (rojo), de la residencia y el comercio (celeste), proveedores de energía (marrón), industria (azul) y agricultura (verde).

Del gráfico se desprende que el sector agrícola (color verde) es el que menor responsabilidad tiene en la emisión de gases y los efectos negativos de éstos. También se ve la evolución positiva de varios rubros de actividad.

El Parlamento Europeo pone énfasis en que “el transporte es el único sector donde las emisiones de gases de efecto invernadero han aumentado (33,5%)” en las últimas tres décadas (1990 y 2019). “Los automóviles son los principales contaminadores” de toda la UE -dice-; y “el transporte por carretera representa aproximadamente una quinta parte de las emisiones”.

Otro dato es que el turismo es “un gran contaminante, ya que representan el 61% de las emisiones totales de CO2 del transporte por carretera”.

Además, se da el fenómeno de la ocupación por cada vehículo que circula: en 2019 en promedio, la tasa de ocupación fue de solo 1,6 personas por automóvil en Europa. Se puede aumentar el número de ocupantes por vehículo, por ejemplo usando ómnibus, aunque también se puede usar bicicletas y caminar. Todas esa son medidas individuales que “podrían ayudar a reducir las emisiones”.

CÓMO REDUCIR LAS EMISIONES EN LOS AUTOMÓVILES.

Más adelante el artículo de Parlamento Europeo agrega: “Hay dos formas de reducir las emisiones de CO2 de los automóviles”, la primera, “haciendo que los vehículos sean más eficientes”, y la segunda, “cambiando el combustible utilizado”.

“En 2019, la mayoría de los automóviles de transporte por carretera en Europa utilizaron gasoil (67%), seguido de naftas (25%)”, pero esa realidad está cambiando poque los vehículos eléctricos “están ganando terreno, representando el 17,8% de todos los nuevos vehículos de pasajeros registrados en 2021, un aumento significativo del 10,7% en 2020”.

Ahora bien, la producción de CO2 generada por un automóvil se mide por el gas que emite durante el uso, pero también por las emisiones causadas en su proceso de fabricación.

La UE reconoce que “la producción y eliminación de un automóvil eléctrico es menos respetuosa con el medio ambiente que la de un automóvil con motor de combustión interna y el nivel de emisiones de los vehículos eléctricos varía según cómo se produzca la electricidad”.

De cualquier modo, “teniendo en cuenta la combinación energética media en Europa, los coches eléctricos ya están demostrando ser más limpios que los vehículos que funcionan con naftas. A medida que la proporción de electricidad procedente de fuentes renovables aumente en el futuro, los coches eléctricos deberían ser aún menos perjudiciales para el medio ambiente”.

LA PREGUNTA.

La pregunta es, ¿por cuánto tiempo la UE mantendrá su entusiasmo por los vehículos eléctricos? Es de esperar que por lo menos mientras no suceda un hecho inesperado que haga cambiar de opinión a sus gobernantes, como sucedió con la energía nuclear.

Recordemos que con la invasión de Rusia a Ucrania, la UE resultó amenazada en su seguridad energética y a comienzos de julio de 2022 el Parlamento Europeo votó considerar “verdes” la energía nuclear y el gas. En esa decisión jugaron un rol protagónico Alemania, por el gas natural, y Francia, por la energía nuclear.

En los hechos, Europa borró de un plumazo años de posturas críticas sobre esas formas de energía. Es la fuerza de la necesidad.

Foto ESSS.

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