De acuerdo con los informes sobre previsiones hechos por la FAO y la OCDE, de cara a 2031 seguirá dándose un cambio en el consumo de carne pasando a un incremento en la demanda de carne de aves. Esto se debe a que las aves se consideran fáciles de cocinar, más saludables y se perciben como una mejor opción. En los países de ingresos medios y bajos, se considera una alternativa más económica que otras carnes.
Ante esto, las previsiones apuntan a que la disponibilidad de proteínas de aves aumentará un 16% para 2031 y para entonces constituirá el 47% de las proteínas consumidas de fuentes cárnicas, seguidas de la carne de cerdo, vacuno y cordero.
Se espera que el consumo de carne de aves aumente a nivel mundial a 154 millones durante el período proyectado, lo que refleja el importante papel que desempeña en la dieta nacional de varios países en desarrollo muy poblados, como China, Indonesia, India, Malasia, Pakistán, Perú, Filipinas y Vietnam.
En el corto plazo, se espera que el cambio en la demanda que realiza el canal foodservice a la cocina casera que ocurrió durante la pandemia de covid-19 se mantenga a corto plazo, y los consumidores volverán a los patrones de gasto anteriores a medida que se levanten las restricciones.
Sin embargo, en los países de altos ingresos, donde el consumo per cápita ya es alto, se espera que la demanda se estabilice o tienda a la baja debido al envejecimiento de la población y mayores preocupaciones dietéticas que buscan una mayor diversidad en las fuentes de proteínas. En las naciones de ingresos más bajos, tanto el crecimiento de la población como el de los ingresos estimularán el consumo general, aunque desde un nivel base per cápita mucho más bajo.
El suministro mundial de carne se expandirá para satisfacer la creciente demanda, llegando a 377 millones de t para 2031, pero esto será más lento que en la última década. La expansión global de rebaños y manadas significa que se proyecta que China represente la mayor parte del aumento en la producción de carne, seguida por Estados Unidos, Brasil e India.
Por el contrario, se espera que la producción de carne en la Unión Europea caiga durante el período debido al aumento de los costos internos y ambientales y la reducción de las oportunidades de exportación.
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