“La apertura de la importación de cortes no ha generado una baja de precios al consumidor”.

Cupra, la Cámara Uruguaya de Procesadores Avícolas, publicó un informe de 17 páginas en el que advierte sobre la amenaza que significa para el sector la importación de carne aviar.

Bajo el título Importaciones de carne aviar: una amenaza creciente para la producción local se señala que las importaciones de carne aviar “se han consolidado en el consumo interno, de manera creciente, y en el 2022 seguramente alcancen el 10% del total”, pero en marzo de 2022 hubo “cambio de reglas de juego” que “modificaron radicalmente el mercado de producto importado”.

De esas modificaciones, se mencionan que “el pollo entero ha desparecido y se ha concentrado casi todo en supremas”; Estados Unidos se consolidó para los muslos “aunque está momentáneamente frenado por temas sanitarios; y “al permitirse ahora la importación de cortes de Brasil y Argentina, se ha sustituido a Chile como el proveedor de supremas”, quedando Brasil casi “único proveedor”.

Por otra parte, “los precios de importación de supremas de Brasil están muy por debajo de los de Chile” y “la baja sostenida de precios de supremas de Brasil seguirá haciendo crecer las importaciones de este origen”.

Además, los precios CIF (o sea el valor con que se importa el producto) “no se trasladan al consumo” dado que los precios que paga el consumidor “los marca la oferta y la demanda de la producción local, por lo que haber abierto más las importaciones no beneficia al consumidor con menores precios sino a especuladores del mercado ajenos a la industria”.

La suprema es de los productos más buscados por el consumidor y la posibilidad de importarlas “sin que sea necesario gestionar el resto de la carcasa es una ventaja competitiva muy importante para el importador dado el nivel de desarrollo actual de las empresas locales y de la madurez de la cadena comercial”.

Cupra detalla que es en la cadena comercial que se generar una parte importante del desosado, con lo cual se generan cortes “de distinto valor que benefician al consumidor y permiten a los puntos de venta agregar valor a los cortes más valiosos”, pero esa es una práctica que “se está limitando” y son las empresas del sector las que sufren la presión para “generar ellas mismas un flujo de importaciones, dado que los cambios necesarios para adecuar la capacidad de producción de cortes llevan más tiempo que el necesario para administrar esta amenaza. Este escenario atenta contra los planes de desarrollo del sector y la generación de más empleo”.

Se destaca que de forma “urgente” se debió salir a buscar mercado en el exterior “para el excedente de pollo que se genera, en un contexto de baja calidad de mercados disponibles (solamente el 4% del mercado está habilitado)”.

Y como si lo anterior no fuera suficiente, “resulta llamativa la muy fuerte concentración del negocio de importación en pocos importadores”.

FUERTE CRECIMIENTO DE LAS IMPORTACIONES EN LOS ÚLTIMOS AÑOS.

Cupra señala cinco hitos en los últimos 12 años: En abril de 2010 se habilitó a Brasil con una cuota de 120 t/mes; en abril de 2014 el habilitado fue Estados Unidos; Chile se habilitó en 2014; en mayo de 2018 se habilitó a Argentina con una cuota de 60 t/mes; y en marzo de 2022 se liberan permisos de importación y aparentemente quedan sin efecto las cuotas con Brasil y Argentina.

¿Por qué Uruguay permite la importación de carne avícola? Cupra dice que hubo un “cambio de criterios” y agrega que “en marzo de 2022, con el argumento de controlar suba de precios al consumo, se da un cambio en el mecanismo de autorización de importaciones”.

Para eso se “liberan los permisos de importación que estaban pendientes de autorizar, y se dejan de aplicar las cuotas acordadas con Brasil y Argentina, y en particular se habilita la importación de cortes de esos países, algo que se consideraba no era posible con los acuerdos vigentes, que estaban basados en pollo entero”.

Dichos cambios generaron “una transformación muy drástica de la características y origen del producto importado”.

Son cambios que “impactan de manera indirecta en la forma en que opera la cadena comercial”, sin embargo, “la apertura de la importación de cortes no ha generado una baja de precios al consumidor”.

ORIGEN DE LAS IMPORTACIONES EN 2020, 2021 Y 2022.

En 2021, las importaciones de pollo entero de Argentina y Brasil descendieron mucho y se mantuvieron los niveles de origen EEUU y Chile, en cortes. Posiblemente el alza de precios internacionales determina la menor conveniencia de importar pollo entero y tiene menos impacto en los cortes.

En 2022, desaparece la Importación de pollo entero y los cortes se concentran en Brasil que pasa a ser el dominador absoluto del mercado. Tomando el período luego de la liberación llega al 73,8% del total de importaciones. Las supremas pasan a dominar ampliamente.

Hay un fuerte incremento de importaciones en 2022: 39% más que la media de 2020 y 2021, tomando el valor de t/mes.

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