Algunas cosas parecen estar cambiando en Europa, y eso podría favorecer a nuestro continente y particularmente al Mercosur. El tiempo dirá qué tiene eso de verdadero o de ilusión.
Hébert Dell’Onte | El lunes 24, el presidente Luis Lacalle se reunió con el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, quien ratificó el interés de ese bloque por avanzar con el Mercosur en un acuerdo comercial, especialmente ahora que hay tanta incertidumbre mundial.
La visita de Borrell a Uruguay se da después de que el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, tuvieran palabras de censura para con China.
Michel dijo que China tiene un sistema político que “no opera con las mismas reglas” que Europa, porque mientras el viejo continente se sustenta en la libertad, China no.
Interpretando al presidente del Consejo Europeo la periodista Lidia Montes, corresponsal del diario el Economista en Bruselas, la capital de la Unión Europea, escribió: “En una UE que despierta para percatarse de su elevada dependencia del mercado chino, Michel ha abogado por mejorar la interdependencia en términos de acuerdos, diversificando las relaciones con los socios en el resto del mundo”.
Está demás decir que en ese “resto del mundo” estamos nosotros, los latinoamericanos. Precisamente, mirando hacia esta parte del mundo hay que recordar que en 2023 España asumirá la Presidencia de la UE, y por eso el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció que se celebrará una cumbre entre los Estados miembros de ese bloque y Latinoamérica.
La UE necesita tender puentes con otros países, y en esta parte del mundo nada mejor que el Mercosur donde están los países de mayor potencial económico, Argentina y Brasil.
BORRELL: “URUGUAY HA DEMOSTRADO ESTABILIDAD Y FIABILIDAD”.
Volviendo a Borrell, es un destacado político nacido en España que también posee la ciudadanía argentina. Su visita a Uruguay como alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad no es un hecho para desatender, como tampoco los conceptos que vertió respecto a nuestro país.
“Uruguay es el país latinoamericano con el que compartimos un mismo modelo político y un modelo social más parecido. Con frecuencia se dice que los americanos son los europeos del otro lado del Atlántico, pero en el caso concreto de Uruguay quiero señalar esta similitud del modelo político y del sistema social es más parecido que con ninguno otro país. Compartimos con Uruguay la afinidad por el respeto de los valores democráticos, los derechos humanos, los compromisos internacionales”, dijo.
Destacó que “Uruguay ha demostrado estabilidad política y fiabilidad que le ha permitido atraer cada vez más inversión, en particular europea”, por eso “Europa representa el 40% del stock acumulado de inversión extranjera en Uruguay y en los últimos años el aumento de la inversión europea es espectacular y afecta a casi todos los sectores”.
“Si se puede invertir es porque es un país que ofrece oportunidades y lo que un inversor busca: estabilidad y garantías. Garantías jurídicas para su inversión y de rentabilidad económica, y lo segundo no vale de nada si no va acompañado de lo primero”, subrayó.
“LA UE SIGUE COMPROMETIDA CON EL MERCOSUR”.
Refiriéndose a Mercosur dijo que en las conversaciones con Uruguay estuvo el tema del acuerdo UE – Mercosur: “Quiero decirles que la UE sigue comprometida con ese acuerdo y que en los próximos meses, espero que antes de fin de año, planteemos los elementos adicionales que permitan avanzar”, y aclaró: “Esos adicionales son en materia medioambiental”.
Finalmente ratificó lo expresado por Pedro Sánchez: “Creo que 2023, con España en la Presidencia de la Unión Europea, sería el momento oportuno para, después de muchos años, ultimar” el acuerdo.
CONTRA TODO ESCEPTICISMO.
En Uruguay es mucho el descreimiento sobre el posible tratado de libre comercio del Mercosur con la UE. Llevamos generaciones esperando que eso se concrete, muchachos de 20 o 25 años oyen hablar de ese asunto desde que tienen memoria, y seguimos esperando.
Pero el tema siempre vuelve, sobrevuela, desaparece y vuelve a aparecer. Es desgastante y aburridor, pero contra todo escepticismo seguimos creyendo que es posible, porque sería buena cosa para Uruguay y nuestros socios del bloque comercial.
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