Uno de los temas más polémicos y no vinculado a la exposición en sí, fue la falta de representantes de la Intendencia de Montevideo y del Frente Amplio en el acto de cierre.
Hébert Dell’Onte | La finalización de la Expo Prado me deja la misma sensación que la de llegar a la última página de un buen libro o el final de una buena película: “Estuvo muy bueno, pero me hubiera gustado más”.
No me pasa con todos los libros ni con todas las películas, pero sí cada año al cierre de la exposición.
Por una semana y unos días uno adapta sus horarios y cambia sus costumbres para poder asistir a algunos de los eventos que allí que se desarrollan, pero es imposible estar en todos, la dinámica es tal que es necesario una permanente superposición, y entonces nos vemos obligados a repasar el programa cada día para decidir a dónde ir. Y no es fácil dada la calidad y el nivel.
Por suerte tenemos la tecnología que nos ayuda, y donde no pudimos estar presencialmente sí lo hicimos horas después a través de los videos de YouTube publicados por las instituciones organizadoras o involucradas. De todas formas, no todos han desarrollado el uso de la tecnología en su potencial y hay algunos que no aprovechan ese instrumento para llegar a más gente, a todo el país e incluso a todo el mundo.
Las empresas y los organizadores deberían considerar la incorporación de la tecnología comunicacional para llegar a más gente. No parece ser muy costoso colgar un video en algunas de las plataformas, o en la página web de la empresa en caso de tenerla, y casi todas la tienen.
Respecto a la exposición ganadera y agrícola, hay quienes celebran un mejor nivel en genética animal, otros una mejor disponibilidad y organización de la maquinaria. Son comentarios de quienes saben de esas cosas y a uno sólo le corresponde recogerlos y publicarlos.
También hay ejemplos de vida, cada año uno distinto, esta vez nos tocó conocer a Amanda, la tejedora de 84 años, ciega desde su adolescencia; y curiosidades, como el dulce de membrillo más grande del mundo.
LA INTENDENCIA, EL FRENTE AMPLIO Y LA EXPO PRADO.
Uno de los temas más polémicos y no vinculado a la exposición en sí sino a una arista política, fue la falta de representantes de la Intendencia de Montevideo en el acto de cierre, aunque sí lo hubo en la inauguración unos días antes.
En el acto de apertura la Intendencia participó a través de la representación de Federico Graña, asesor de Desarrollo Municipal y Participación. Hay que decir también que como representación institucional, el de asesor es un cargo de importancia muy menor, lo que viene a significar que desde la Intendencia de Montevideo no hay interés en la principal actividad económica del país.
Eso es triplemente penoso, por un lado, refleja una decisión política (no asistir) de alguna jerarquía comunal de peso; por otro es la negación o ignorancia hacia un sector pujante, que más allá de las diferencias es clave en el desarrollo del país; y tercero, olvida que en Montevideo también hay productores rurales.
Son señales que se dan y que la ciudadanía juzgará. Porque además la Expo Prado es sentida por el montevideano como propia, alcanza con ver la cantidad de público que cada día, cada año, la visita y disfruta para darse cuenta de eso.
Políticamente hablado la intendenta Carolina Cosse se perdió una gran oportunidad de recorrer la exposición -acompañada o no de algún dirigente de la ARU-, rodeada de gente de todas partes, muchos montevideanos, que se limitan a disfrutar sin mirar posturas políticas, económicas ni sociales.
La Expo Prado no es un acto político, es un acto de producción, y así debe ser visto.
No menos polémico fue la ausencia de representantes del Frente Amplio, también en el acto de clausura del sábado pasado. Esa ausencia fue notada por todos y expresada ante la prensa por el ministro de Ganadería, Fernando Mattos.
El único legislador frenteamplista que asistió fue el senador del MPP Alejandro Sánchez.
El presidente del FA, Fernando Pereira, dijo que no fue invitado pero tuvo intención de ir aunque asuntos personales se lo impidieron. Desde ARU se contestó que salvo años electorales no se invita a los partidos políticos.
ES MOMENTO DE ENMENDAR.
De esos desencuentros, con la Intendencia como institución y con Cosse como intendenta; y con el FA como partido político de peso mayor, hay que sacar lecciones y corregir errores.
Está claro que la ARU “es mano” en un evento que ella organiza. También está claro que la exclusión (o autoexclusión) de actores relevantes no es buena para nadie y le hace mal a la sociedad. La Expo Prado tiene que ser inclusiva y participativa. Por lo tanto solo cabe esperar que se hagan las gestiones mínimas necesarias para recomponer la situación. Una llamada telefónica amistosa con el fin de restañar y que el próximo año se tomen los cuidados para que no falte nadie, sería un acto de grandeza, como también aceptar el llamado y abrir una puerta de diálogo.
Todos sabemos que es bueno construir puentes. Pues bien, los puentes no se tienden entre quienes piensan igual o parecido, sino con el que está del otro lado del río.
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