El crecimiento indicado es independiente del tamaño del establecimiento.
“El sector lechero uruguayo exporta aproximadamente el 70% de su producción, estando por lo tanto expuesto a los vaivenes de los precios internacionales de estos productos”, comienza el Informe del Sector Lechero de Fucrea.
El texto recuerda que la lechería pasó “un período de 7 años con relaciones de precios desfavorables (precios internacionales de los lácteos deprimidos y aumentos de los costos de producción)”, sin embargo, “los productores lecheros de Fucrea lograron mantener un ritmo de aumento en su producción anual de un 5%, dato que se verifica durante los últimos 10 ejercicios”.
Ese lego es por “un proceso de mejora continua” que incluye varias medidas que se detallan: – “Adopción de la tecnología disponible, tanto en términos de equipamiento como de alternativas de manejo de los recursos”.
– “Vasto acceso a toda la información generada tanto a nivel nacional como internacional, gracias a la red de intercambio de conocimiento que significa pertenecer a Fucrea”.
– “Trabajo permanente con un equipo de Asesores técnicos que mantiene contacto estrecho con los centros de generación de información: INIA, Udelar, INALE, industrias y otras organizaciones privadas que se relacionan con el sector lechero”.
El crecimiento indicado es independiente del tamaño del establecimiento.
Para el ejercicio económico cerrado el 30 de junio (y en análisis), Fucrea espera “un resultado positivo pero menor al que se podía prever en base al aumento de precio de la leche; esto explicado por un aumento muy significativo en los costos de algunos insumos de producción (combustibles, granos, fertilizantes, entre otros)”.
LOS TRES PILARES.
El informe finaliza mencionando que los productores lecheros de Fucrea están trabajando “con miras al futuro sobre 3 pilares fundamentales” que son: i) “mejoras continuas en los procesos de gerenciamiento que permitan asegurar la calidad de vida de las familias tamberas”; ii) “análisis físicos y económicos de modelos productivos contrastantes (pastoriles vs encierros techados); y iii) “sustentabilidad ambiental en todos los sistemas productivos asegurando impacto mínimo”.
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