«Uno de mis recuerdos de la infancia, de hace muchas puestas de sol, es que mi padre hace negocios con un apretón de manos. La pregunta hoy es ¿qué funciona para nosotros cuando se trata de confianza?, ¿qué debe suceder para permitirnos confiar?, o ¿qué nos hace perder la confianza?»

Colin Miller | Estoy seguro de que algunos de ustedes recordarán los días en que no necesitaban abogados para todo como lo hacemos hoy. Un apretón de manos era tan bueno como tener el dinero en su cuenta bancaria.

¡Cómo han cambiado los tiempos! Piénsalo; cuando mi generación finalmente abandone el planeta, no quedará nadie aquí con recuerdos de primera mano de esta práctica comercial ahora extinta.

Por supuesto, un ideal y valor anticuado, casi olvidado, conocido como confianza era una gran parte de la vida en ese entonces. En realidad, todo se basaba en la confianza y las personas también honraban su propia palabra.

Desde marzo de 2020, cuando un virus cambió nuestro mundo, he escuchado a la gente preguntar, o decir “Es tan difícil saber en quién confiar”, o “Sí, pero ¿en quién puedes confiar?”, etc. He escuchado esos cuestionamientos en más ocasiones de las que puedo mantener un registro. Sí, esta cosa de la confianza sigue surgiendo continuamente entre las personas. Por otro lado y sumado a eso tenemos múltiples voces tratando de convencernos, sedándonos o sobornándonos, ¡para que confiemos en ellos!

Permítanme aprovechar la oportunidad aquí para refrescar un poco el pensamiento sobre la confianza real. La confianza es siempre algo que se gana con el tiempo. Nunca es algo instantáneo o acelerado. No se puede comprar con dinero, empujar por la garganta o legislar en nuestros corazones.

Lo que deberíamos preguntarnos es, ¿qué funciona para nosotros cuando se trata de confianza?, ¿qué debe suceder para permitiros confiar?, o ¿qué nos hace perder la confianza?

Para mí, son cosas como la honestidad, la integridad personal, asumir la responsabilidad, no tratar de girar o torcer las cosas. Y su trayectoria aquí también es muy importante. ¿Cómo puedes confiar en las personas cuando te mienten y te decepcionan?

SALTAR A LA TRINCHERA.

En mi vida tengo personas, como tú tendrás en la tuya, en las que confío implícitamente. No tengo dudas ni temores sobre ellas, y como dice el viejo refrán “les confiaría mi vida”.

También hay gente con la que saltaría a una trinchera y sin dudarlo. Por supuesto, ese nivel de confianza se gana con el tiempo; es una cosa de relación que se pone a prueba y se demuestra en los altibajos de la vida. No puedes simplemente hacer una raspadita en una tarjeta para obtenerla.

EL AUTOR – Colin Miller es columnista de Rural News www.ruralnewsgroup.co.nz

Pin It on Pinterest

Compartir

Comparte este contenido en tus redes sociales!