Según el FMI, el mundo está “en el perfil de crecimiento más flojo desde 2001”, con una desaceleración que será “del 6,0% en 2021 a 3,2% en 2022 y 2,7% en 2023”.
Hébert Dell’Onte | Todo indicar que 2023 no será un buen año. Las perspectivas económicas globales no son buenas: China, el motor del mundo; Alemania, el motor de Europa; y Estados Unidos, la economía más importante del planeta, más los pronósticos del FMI, todo nos muestran una realidad preocupante y nuestro país, pequeño e insignificante en el concierto internacional, debería estar preparado para soportar lo que se viene.
CHINA VA A DEJAR DE SER LA FÁBRICA DEL MUNDO.
Santiago Rubio director de estrategia de inversión de CaixaBank dijo que China “ha perdido dos de sus motores clásicos de crecimiento, que eran la inversión inmobiliaria residencial y el gran beneficio que le aportaba la globalización como fábrica del mundo”.
Al ser entrevistado por El Economista, Rubio explicó hace algunas semanas que “en el primer caso, la burbuja se está desinflando y no es previsible que vuelva a liderar el crecimiento”. En el segundo caso, “el proceso de desglobalización, con la invasión de Rusia a Ucrania, va a ser un catalizador y va a ser negativo para China, porque nadie va a querer tener componentes importantes de su cadena de producción en un país que en un momento determinado puede hacer algo como ha hecho Rusia”.
Agregó que China “no va a poder crecer como antes de la invasión de Ucrania”, pero eso aún “no ha calado en el mercado”. No obstante, “el proceso de desglobalización va a ser duradero, al igual que lo fue el de la globalización. Es un tema que nos va a acompañar durante años y va a tardar tiempo en incorporarse plenamente en nuestra visión del mundo. China va a perder esa capacidad de ser la fábrica del mundo”, aseguro.
Para ese país “la desaceleración está ahí”, y “volverá a crecer cuando se reduzca la política de Covid cero”, de todas formas, “no será como antes”.
ALEMANIA ENTRARÁ EN RECESIÓN.
La guerra iniciada con la invasión de Rusia a Ucrania desató en Europa una fuerte crisis energética que en el caso de Alemania significaría, en 2023, una recesión con la economía cayendo 0,4% y la inflación trepando al 7%, según los pronósticos del Gobierno difundidos el jueves 13 de octubre.
Robert Habeck, ministro de Economía alemán dijo que la crisis energética no es fácil y que está dejando de ser solo energética para convertirse en “una crisis económica y social”.
La causante de este nuevo quiebre económico y social es la restricción del gas ruso y los precios elevados de las energías que empujan la inflación afectando la producción industrial. Cabe esperar un menor consumo, dijo el Ministerio de Economía.
Habeck considera que el presidente ruso, Vladimir Putin, busca desestabilizar Europa, y en ese objetivo desestabilizar Alemania sería clave. Para lograrlo Rusia comenzó a recortar el suministro de gas natural por el mar Báltico en junio, y en setiembre lo detuvo por completo, informó La Vanguardia. Si bien las reservas alemanas están al 95%, ese país deberá ahorrar gas para llegar al invierno europeo.
Habeck aclaró que la contracción económica es grave pero no tanto como esperaban algunos expertos.
Agregó -y anunció- que Alemania superará la dependencia de la energía rusa, pero en tanto eso no se logre el Gobierno estableció una protección de 200.000 millones de euros para asistir los precios de la energía que consuman las empresas y hogares, hasta 2024.
ESTADOS UNIDOS TAMBIÉN SUFRIRÁ RECESIÓN.
Sobre Estados Unidos, Santiago Rubio dijo que la recesión “es algo relativo” porque ese país “tiene una economía con un vigor enorme. El problema que tiene la Reserva Federal es que su manera de enfriar la demanda es a través de los segmentos más sensibles a la subida de tipos, que es la inversión residencial, pero no es uno de los sectores pujantes, con lo cual la capacidad de enfriar la economía americana es más limitada así que en EE.UU. a lo mejor no empezamos a ver signos de debilidad económica hasta el segundo trimestre” de 2023.
Por otra parte, el miércoles 12, el presidente estadounidense Joe Biden admitió que en 2023 ese país sufrirá una recesión, aunque será “muy leve”, vaticinó. Pero recesión al fin.
En declaraciones a CNN expresó: “No creo que haya una recesión. Si es así, será una recesión muy leve. Es decir, bajaremos un poco”.
El diario Ámbito, en su sección económica, informó que Bank of America dijo esta semana que la batalla de la Reserva Federal para aplastar la inflación al continuar aumentando agresivamente las tasas de interés hará que la economía estadounidense comience a perder decenas de miles de empleos al mes a partir de principios del próximo año.
Añadió que las preocupaciones sobre la inflación, y la mayor probabilidad de aumentos todavía mayores de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal, han estado asustando a Wall Street nuevamente y elevando los rendimientos de los bonos a largo plazo. Y aunque puede que no dure mucho, los precios de la gasolina continúan aumentando nuevamente en la mayor parte de EE.UU.
EL FMI ADVIRTIÓ ENLENTECIMIENTO DE LAS ECONOMÍA MÁS IMPORTANTES.
Para coronar el panorama que ya es muy poco alentador, la directora del Fondo Monetario Internaciol (FMI), Kristalina Georgieva, dijo que todas las economías importantes del mundo se están desacelerando.
El FMI publicó en su web el documento “Perspectivas de la Economía Mundial”, en cuya introducción señala: “La actividad económica mundial está experimentando una desaceleración generalizada y más acentuada de lo previsto, con la inflación más alta registrada en varios decenios”.
“La crisis del costo de vida, el endurecimiento de las condiciones financieras en la mayoría de las regiones, la invasión rusa de Ucrania y la persistencia de la pandemia de Covid-19 inciden notablemente en las perspectivas”.
Los pronósticos indican un “crecimiento mundial que se desacelerará de 6,0% en 2021 a 3,2% en 2022 y 2,7% en 2023. Exceptuando la crisis financiera mundial y la fase aguda de la pandemia de Covid-19, este es el perfil de crecimiento más flojo desde 2001”.
La inflación mundial pronosticada por el FMI pasará del 4,7% (en 2021) a 8,8% en 2022, para luego descender a 6,5% (en 2023) y 4,1% (en 2024).
FMI MEJORA PREVISIÓN SOBRE AMÉRICA LATINA A 3,5%.
Debo aclarar que lo anterior son pronósticos globales. Para la región -América Latina y el Caribe- el FMI espera que en 2022 el crecimiento sea del 3,5%; y para 2023 de 1,7%.
La mejora de 2022 se explica por “los precios favorables de las materias primas, las condiciones de financiamiento externo aún ventajosas, y la normalización de las actividades en los sectores de contacto (humano) intensivo”. Se entiende por sectores de contacto humano intensivo a restaurantes, transporte, tiendas.
Foto de peatonal Sarandí de Montevideo | Fotografía de René García, Twitter @garciarene1212
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