Horacio Jaume: «Todos los años nace una nueva esperanza, el mensaje seguirá siendo el mismo, sin estridencias, en silencio, y con mucha fe».
Horacio Jaume | La Navidad es de los niños, nada es tan puro como ellos. Desde su nacimiento lo único que buscan son los brazos protectores de su madre. Sabe que de ella dependen tanto para alimentarse como para protegerse del frío.
No hacen distingos entre el aliento de un animal o de la loza radiante.
Es después de esa lucha que mantuvo con su madre mientras lo parió que quedó muy cansado y lo que quiere es dormir, recobrar fuerzas para enfrentarse a ese mundo que lo está esperando.
Vienen sin nada, son totalmente dependientes de lo que sus padres le puedan brindar.
Todos los años nace una nueva esperanza, el mensaje seguirá siendo el mismo, sin estridencias, en silencio, y con mucha fe. El tratar de mantenerla está en nosotros, saber darles valor a las cosas. El saber aprovechar los momentos felices, entender los secretos de la naturaleza y no crearnos necesidades que poco aportan. Es disfrutar de la salida del sol o de un trabajo bien realizado.
¿Es posible que el amor exista? Es tan sencillo como eso.
Desde un pesebre en Belén partirá nuevamente el mensaje para todas las familias, no se necesita descodificarlo, es sencillo y se refleja en la palabra amor. Felices fiestas.
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