
Décadas después del desastre nuclear, Chernóbil vuelve a tener tierras aptas para el agro.
Las tierras agrícolas ucranianas abandonadas tras el desastre nuclear de Chernóbil en 1986 vuelven a ser aptas para la agricultura, según revela un nuevo estudio.
Montevideo | Todo El Campo | No es raro que en el mundo ocurran hechos que marcan para toda la vida, y aunque el tiempo pueda llevar a confundir circunstancias o detalles, quienes los vivieron o fueron espectadores contemporáneos a través de los medios de comunicación, mantienen recuerdos vívidos o vinculantes que renacen cuando se hace referencia a ellos.
Los ejemplos de hechos históricos marcantes pueden ser muchos y de diferente naturaleza, impactando en las personas de diferente forma, y unos más profundamente que otros: el homicidio de John Lennon (8/diciembre/1980), los atentados contra el entonces presidente estadounidense Ronald Reagan (30/marzo/1981) o el papa Juan Pablo II (13/mayo/1981), son ejemplos que al mencionarlos pueden remontarnos al cómo, dónde o con quién se recibió la noticia.
De otra naturaleza fueron la caída del Muro de Berlín (9/noviembre/1989), el atentado de las Torres Gemelas (11/setiembre/2001), o la pandemia.
En esa categoría de acontecimientos inolvidables para sus contemporáneos se encuentra la explosión de la central nuclear de Chernóbil, en Ucrania, ocurrida el 26 de abril de 1986, el peor desastre nuclear de la historia, que según los entendidos solo es igualado por el ocurrido en Fukushima (2011).
El desastre de Chernóbil obligó a evacuar los alrededores, dejando ciudades desiertas de un día para el otro, que muchas veces han sido utilizadas en películas de los géneros terror o apocalíptico.
Sin embargo, una investigación de la Universidad de Portsmouth (de Inglaterra) ha puesto a Chernóbil otra vez en el mundo al confirmar que la dosis de radiación efectiva para los trabajadores agrícolas está muy por debajo del umbral de seguridad nacional de Ucrania, por lo tanto, las tierras de cultivos de Chernóbil se consideran aptas para la agricultura.
A raíz del accidente nuclear de 1986 vastas franjas del norte de Ucrania fueron designadas como demasiado peligrosas para la agricultura y se creó una zona de exclusión de 4.200 kilómetros cuadrados alrededor de la central nuclear.
Paradójicamente, el peor desastre nuclear del planeta tiene un lado positivo que hoy -40 años después- valoramos: el área continúa deshabitada, pero se ha convertido en una de las mayores reservas naturales de Europa, según publicó el diario inglés Independent el martes 6 de mayo. También existe un área denominada Zona de Reasentamiento Obligatorio, la cual tiene 2.000 kilómetros cuadrados y nunca fue abandonada del todo, siendo el hogar de miles de personas.
Con todo el tiempo transcurrido desde 1986, los niveles de radiación en la región han disminuido significativamente debido a la desintegración radiactiva y la erosión de los suelos superficiales. Sin embargo, no ha habido una reclasificación de las tierras abandonadas desde que se establecieron los criterios de zonificación en 1991.
En los últimos años, algunos agricultores de la región comenzaron una producción agrícola escasa. Ahora, un nuevo estudio publicado en el Journal of Environmental Radioactivity, confirma que se pueden cultivar de forma segura en la mayor parte de la tierra.
Los investigadores evaluaron alrededor de 100 hectáreas de tierra en la región de Zhytomyr para determinar los niveles de contaminación y predijeron la absorción de sustancias radiactivas por parte de cultivos comunes como papas, cereales, maíz y girasol.
Mediante el análisis de muestras de suelo y la medición de la radiación gamma externa, confirmaron que la dosis efectiva de radiación para los trabajadores agrícolas estaba muy por debajo del umbral de seguridad nacional de Ucrania.
Los investigadores encontraron que la cantidad de radiación era significativamente más baja que los niveles de radiación de fondo experimentados naturalmente en todo el mundo.
Eso significa que, con un seguimiento adecuado y el cumplimiento de las normas ucranianas de seguridad alimentaria, muchos cultivos pueden cultivarse de forma segura en estas zonas anteriormente restringidas.
El responsable principal de la investigación, Jim Smith, de la Universidad de Portsmouth, comentó: “Desde 1986, ha habido mucha información errónea sobre los riesgos de radiación de Chernóbil, lo que ha tenido un impacto negativo en las personas que aún viven en áreas abandonadas. Esta investigación es importante para las comunidades afectadas por el desastre”.
El nuevo estudio esboza un enfoque científico para evaluar y volver a poner en producción valiosas tierras agrícolas. “No se trata solo de Chernóbil. Se trata de aplicar la ciencia y la evidencia para garantizar que las personas estén protegidas, al tiempo que se garantiza que la tierra no se desperdicie innecesariamente”, dijo el Dr. Smith.
Además, agregó que “los métodos desarrollados” en aquella zona ucraniana también “podrían aplicarse a otros sitios contaminados radiactivamente en todo el mundo”.
Con datos propios y en base a artículo del diario inglés Independent | Foto iStock.