La zafra que terminó fue de más a menos, con lotes finos sin vender y precios que bajaron.
Es un producto noble y natural, que acompaña las tendencias del mercado global, por eso y otras razones cabe esperar que comience a tener un buen comportamiento comercial.
Montevideo | Todo El Campo | “De lana todos sabemos, pero como es tan cambiante nadie sabe nada”, dijo en broma Pablo Iramendi al ser consultado sobre esa materia prima, pero revelando la realidad que ha caracterizado al mercado de lanas en los últimos tiempos.
Pasada la broma, el consignatario lanero dijo al programa Diario Rural (CX 4 Rural) que al mirar hacia adelante “ahora se ve un poco más de optimismo”, pero “desde hace un año y medio tenía ese optimismo para las lanas finas y me equivoqué, nos equivocamos todos”.
Ahora, “con todo lo que está pasando deberíamos empezar a ver, en el corto plazo, una mejoría en los precios de la lana en Uruguay”.
Esa mejora porque “está pasando el período pospandemia, aunque siguen habiendo problemas pero está como tranquilizándose, además de que la lana es una materia prima muy noble” que acompaña todas las tendencias sobre certificación, bienestar animal, etc. “Debería empezar a notarse, levemente, la mejoría en los precios”, subrayó.
Precisó que la lana gruesa tiene la dificultad de que hay que encontrarle un uso, porque la moda hoy pasa por prendas más livianas, y éstas se hacen con lanas más finas de tipo Merino. “Ha costado encontrar un uso para las lanas gruesas que en Uruguay sabemos que es la mayoría”, aunque “tuvimos la suerte de que empezó la demanda, pero a precios bajos” y “por lo que tengo entendido se están empezando a usar las equivalentes a las Corriedale que tenemos en Uruguay” y por eso se dio “este movimiento de los últimos meses” que permitió vender “en cantidades importantes como hace años no se veía” en cuanto a colocaciones en el exterior, básicamente a China. El dato “es importante”, subrayó.
Por los precios tan bajos de esas lanas, los compradores se hicieron de stock para luego venderla, y “por algunas averiguaciones que he hecho tengo entendido que esas lanas se están usando en prendas de bajo valor”.
De cualquier forma, “la lana Corriedale tuvo un empujoncito a precios muy baratos: el Corriedale tradicional a US$ 0,50, y los Corriedale 28 o 29 micras grifa verde a menos de un dólar, precios que en otro momento eran de barriga”.
“Era importante” vender para achicar el volumen que tenía Uruguay. “El destino de esa lana es China, sin que está claro que uso le dan, porque es de baja calidad”. Con toda esa materia prima fuera de Uruguay, el stock ahora lo tiene otro en alguna parte, “y cualquiera sea el uso que se le dé, cuando los chinos comiencen a consumir el stock de Uruguay se va a ir rápidamente. Y si el stock se mueve podría generarse alguna pequeña suba en los precios Corriedale”, razonó.
Sobre las lanas finas dijo que hay “un tema de precio”, con una “Europa que ha estado muy cauta en la demanda de lotes Merino, pero han participado los chinos que sabemos compran volumen, no calidad y no pagan tan buenos valores, eso lo vemos también en la carne”.
De la zafra que pasó, en los galpones uruguayos “quedó lana fina sin vender”. “Fue una zafra que evolucionó de más a menos. Al comenzar la zafra el año pasado había valores superiores a los que estamos manejando hoy, y todos pensamos que en la segunda parte las lanas finas iban a subir, y nos equivocamos todos, no subieron y siempre fueron bajando”, entonces “esos mismos lotes de comienzo de zafra seguimos teniéndolos hoy y cada día que pasa el precio baja aún más”.
La lana Merino general se está vendiendo entre US$ 3,50 y US$ 4, al comenzar la zafra estaban un dólar o un dólar y medio por encima del precio actual.
Foto de portada: Merino Australiano de Las Rosas, establecimiento del departamento de Florida.
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