Ministro argentino aclara que las propinas no serán obligatorias.
Se ha malinformado sobre un proyecto del Ec. Sturzenegger sobre el pago de propinas por medios electrónicos, una posibilidad que Uruguay ya aplica sin problemas y que en Argentina por ahora es solo una buena intención.
Buenos Aires, Argentina | Todo El Campo | Al parecer las propinas se originaron en el Siglo XVI, en Inglaterra, como forma de compensar algún trabajo extra o adicional que realiza un empleado en beneficio o conformidad del cliente. La definición en los diccionarios es precisamente esa: “Gratificación pequeña con que se recompensa un servicio eventual”.
Comenzó siendo voluntaria y cada cual aportaba lo que quería o podía. Pero con el paso de los años y los siglos la costumbre se extendió y normalizó. En muchos países es un gesto de lo más habitual, en especial en determinadas tareas de atención al cliente como hoteles, casas de comidas, entregas a domicilio, taxímetros, etc.
En esencia la propia tiene como fin recompensar la buena disponibilidad de un trabajador al cumplir con determinado servicio. Por ejemplo, cuando el pistero además de suministrar combustible al vehículo -que es su obligación- también limpia los vidrios o revisa el aire; o el mozo que además de tomar pedidos y llevarlos a la mesa -que también es su obligación y cometido básico de la función que desempeña- lo hace de buena manera, con amabilidad y sumando para que las personas, familias o grupos de amigos tengan una buena experiencia.
La conformidad del cliente es lo que genera la actitud de aportar una propina por fuera de lo que debe pagar, y por eso debe ser voluntaria y por un monto que el cliente considere conveniente.
Hay países en que dejar propina perdió el sentido original y pasó a ser una obligación que incluso se suma a la cuenta. De esa manera, el cliente pierde toda posibilidad de decidir si accede a dejarla o no, como el monto de la misma, sin importar la calidad del servicio recibido.
La obligatoriedad de dejar propina es un tema de discusión permanente.
Por otro lado, los avances de la tecnología han obligado a que se generen cambios, por ejemplo permitiendo agregar propina al pagar con tarjeta asegurando que el destino final de ese monto sea obligatoriamente el empleado y no vaya a la caja de la empresa.
EL CASO ARGENTINO.
Uruguay regula el cobro de propina por medios electrónicos a través de la ley, pero sigue siendo un aporte voluntario. El cliente puede optar por no dejar propina o hacerlo en efectivo por el monto que crea correcto.
En Argentina una iniciativa del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Ec. Federico Sturzenegger, va por el mismo camino de Uruguay, pero hay que precisar que no introduce la obligatoriedad como se ha malinformado en algunos medios.
En X (@fedesturze) el Ec. Sturzenegger escribió: “En unos días vamos a dar a conocer un proyecto que permitirá el pago de propinas utilizando medios electrónicos: una práctica común en el mundo pero que los argentinos no podían elegir”.
En otro posteo agregó: “La propina seguirá siendo voluntaria, de ninguna manera será obligatoria. En definitiva, el único cambio es que podrá sumarse al ticket. Tampoco será parte del salario, por lo que no generará ninguna contingencia laboral a los empresarios del sector”.
Y concluye valorando que “es un proyecto donde todos ganan: trabajadores, empresarios y consumidores. Dar más opciones siempre es beneficioso. De eso se trata un sistema de mayor libertad económica que propone el presidente Javier Milei”.
Habrá “más detalles pronto”, concluye.