
Es fundamental blindar la frontera con Brasil.
En las circunstancias actuales, el contrabando no es solo un problema económico y dañino para el comercio local, también es una amenaza a la seguridad productiva y alimentaria, y un gravísimo riesgo para todo el rubro avícola.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | El brote de gripe aviar detectado en Brasil (en Río Grande do Sul) a poco más de 300 km de la frontera con Uruguay, llevó al país a suspender todas las importaciones de productos avícolas de origen brasileño, sin embargo, la frontera seca entre ambos países nos hacer muy vulnerables por el posible ingreso de productos no permitidos, como carne de ave.
Fue lo que sucedió en los últimos días con la incautación de dos toneladas de pollo de contrabando sin ningún tipo de control sanitario, potenciando el riesgo de ingresar la enfermedad al país, lo que podría ser catastrófico para la avicultura y la cadena del sector.
La mercadería de contrabando fue detectada en Florida, cuando el camión que la transportaba ya había recorrido más de medio país, lo que deja en claro que los controles a nivel de frontera como próximos a ella, son totalmente insuficientes, inadecuados o fallidos.
En un control de rutina, y por azar, la Policía de Florida procedió a inspeccionar un camión en el que se encontraban 100 cajas de pollo congelado, conteniendo cada una 20 kilos del producto, sin cadena de frío, que se incautó inmediatamente.
Se trataba de carne de pollo producida en Brasil, por un valor, de toda la mercadería, de $ 490.000.
El pollo incautado fue entregado al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) para su destrucción.
Lo ocurrido debe llevar a las autoridades a reforzar la frontera para desalentar a los contrabandistas o detenerlos de ser necesario si intenten ingresar cualquier tipo de productos, especialmente los que constituyen algún tipo de amenaza para la producción.
La pregunta que muchos se hacen es cuántas toneladas de carne de ave ingresan al país ilegalmente por cada cargamento que se logra incautar; otro factor de preocupación es el ingreso de aves exóticas, tan amenazantes como la carne o huevos de pollo.
En las circunstancias actuales, el contrabando no es solo un problema económico y dañino para el comercio local, también es una amenaza a la seguridad productiva y alimentaria, y un gravísimo riesgo para todo el rubro avícola.
La negligencia, la falta de controles estrictos, puede resultas en catástrofe.
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Foto del Ministerio del Interior.