Los ingresos tendrían una merma de US$ 600 millones, solo en soja. Si al agro le va mal, al país también.

Asunción, Paraguay | Todo El Campo | Para que un país progrese lo primero que tienen que hacer sus gobernantes y la ciudadanía en general es reconocer cuáles son sus características y fortalezas. Si Paraguay fuera minero, todos estarían atentos a la evolución de la producción y el mercado de la minería en general, y especialmente en el área de producción específica del país. Lo mismo si fuera tecnológico, turístico o petrolero.

Aunque lo común es que los países compartan dos o más características, e incluso los gobiernos deben trabajar para desarrollar actividades menores o secundarias, en el caso de Paraguay (como el de Uruguay) es claro para todos que principalmente es un país de base agropecuaria. Su economía depende del agro como ninguna otra actividad, y necesita que al agro le vaya bien, en producción y precios, para estar en condiciones de crecer; si le va mal, aunque a otras áreas les vaya bien, las ecuaciones se hacen más complejas para quienes deben administrarlo.

Los eventos climáticos adversos, ya sea por exceso de agua, sequía o temporales severos, no solo afecta a los productores y a quienes están directamente en el negocio y el mercado agropecuario. Afecta a todos, incluso a los que reniegan del agro, lo desconocen por completo, o simplemente lo ignoran y lo ven con indiferencia.

En ese sentido, Carlos Fernández, titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) de Paraguay, dijo que la sequía va a repercutir en la economía del país, con un alto impacto en la sostenibilidad de los productores y en los precios para los consumidores.

“Por parte del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), vamos a seguir trabajando en un año difícil, desde el punto de vista económico, por el tema de la sequía, si bien no ha sido tan mala como en años anteriores esto tiene un alto impacto”, expresó.

Ese impacto se da a nivel de productores, pero también de los consumidores “en términos de precios”.

Carlos Giménez, ministro de Agricultura y Ganadería, señaló que desde su lugar está promoviendo acciones para que el campo vuelva a ser atractivo para la gente, pero hay cosas por corregir.

De las acciones que se promueven mencionó el monitoreo y el diálogo constante con los distintos actores para mantener un campo productivo.

“Es el año del suelo y el agua, necesitamos mejorar la calidad de nuestros suelos para tener mayor productividad. En algunos casos tener sistema de riego para producir todo el tiempo. Va a ser un legado de este Gobierno tener la mayor superficie con riego para que nunca más tengamos una producción de meseta, que es producir en un momento determinado y dejamos de producir en varios meses y volvemos a importar”, explicó.

Sobre el Ministerio que lidera, opinó que no debe ser asistencialista, sino que capaz de brindar acompañamiento técnico para que los productores vayan evolucionando de forma positiva.

US$ 600 MILLONES MENOS POR CAUSA DE LA SEQUÍA.

La Unión de Gremios de la Producción (UGP) estimó que las pérdidas en las cosechas de soja se sitúan en los US$ 600 millones que representan algo más del 1% del producto bruto interno.

El economista Aníbal Insfrán advirtió que ese total golpeará macroeconómicamente con afectación al alza del dólar, la inflación y pérdidas del poder adquisitivo.

Insfrán dijo al diario La Nación (de Paraguay) que ante escenario como el anunciado el Banco Central del Paraguay (BCP) podría tomar medidas para mitigar los efectos, pero también hay que observar el comportamiento de rubros como la carne y las importaciones.

Pin It on Pinterest

Compartir

Comparte este contenido en tus redes sociales!