Para el presidente de la institución, el enólogo Ricardo Cabrera, fue un año de metas y objetivos cumplidos.
Montevideo/TodoElCampo:El Instituto Nacional de Vitivinicultura (Inavi) cierra un año histórico, en el que logró que la actividad vitivinícola del país fuera reconocida como patrimonio vivo, gracias a su legado de inmigración, trabajo e innovación.
En 2024 se incrementaron las exportaciones, bodegas turísticas y viñedos con certificación sostenible, así como la digitalización de procesos e inserción plena de Uruguay en el Grupo
Mundial del Comercio del Vino.
Según el presidente de la institución, el enólogo Ricardo Cabrera, fue un año de metas y objetivos cumplidos. La Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación eligió a la vitivinicultura, y muy especialmente a sus pioneros Pascual Harriague y Francisco Vidiella, para celebrar su tradicional fin de semana, logrando una asistencia récord de visitantes en bodegas.
Durante todo el año, además, Inavi rindió homenaje a los 150 años de la viña y el vino en Uruguay, como aniversario del primer registro de un viñedo de manera oficial en 1874.
Bajo esta consigna, los 150 años fueron el hilo conductor de toda la actividad del sector vitivinícola uruguayo, promoviendo así la tierra de valores y poniendo de manifiesto los atributos que hacen única a nuestra vitivinicultura, como la familia, la cercanía y la diversidad.
Viticultura Sostenible
Durante el año se consolidó el Programa de Viticultura Sostenible que lleva adelante Inavi y que alcanza a 210 viñedos, 2.226 hectáreas y 37 bodegas certificadas.
Se trata de un programa institucional para promover la viticultura respetuosa del medioambiente, minimizando los riesgos en las condiciones de trabajo y salud de los trabajadores del sector y brindando una producción inocua como materia prima, para la elaboración de vino.
En el área de laboratorio, también fue un año de buenos resultados, con la actualización del equipamiento analítico y la implementación de un Sistema de Gestión de la Información del Laboratorio (LIMS), con el objetivo de acompasar la gestión de las muestras, datos e información.
El laboratorio participa desde hace casi dos décadas en Ensayos de Aptitud para la inmensa mayoría de las determinaciones fisicoquímicas e isotópicas que realiza, siempre con muy buenos resultados. Este año participó por primera vez en un circuito interlaboratorio sobre análisis sensorial enológico y ya se planificó incorporar una participación anual del laboratorio de Inavi en este circuito.
Además, Inavi elaboró una versión preliminar de un Manual de Seguridad en el Laboratorio cuyo objetivo es establecer una guía para trabajar en forma eficiente y segura, con el fin de minimizar riesgos de accidentes y enfermedades profesionales.
Como objetivo estratégico, el laboratorio se planteó obtener, antes del 31 de agosto de 2026, la acreditación bajo la Norma de Unit-ISO/IEC 17025:2017 para la ejecución de los análisis de vinos por espectroscopia infrarroja por transformada de Fourier (FTIR).
El laboratorio de Inavi analiza 5.000 muestras anuales entre vinos nacionales e importados, además de vinagres, sidras y pasas de uva, y emite certificados de exportación a nuestros vinos.
Digitalización de procesos
Durante este año, se realizó la puesta en marcha del portal RUVA (Registro Único de Viticultores Autogestión), con el objetivo de mejorar la gestión y servicio de Inavi con los viticultores, cumpliendo así con la segunda etapa de desarrollo del sistema UVA.
A través de este sistema, los productores podrán realizar los trámites de viñedos en forma digital (declaraciones, modificaciones, entre otros) y la próxima vendimia quedará habilitada la utilización de guías de circulación de uva digital. Asimismo, podrán realizar todos sus trámites sin tener necesidad de trasladarse hasta Inavi, favoreciendo principalmente a los que se encuentran en los departamentos más alejados.
Este sistema permite obtener la información del bodegas y viñedos, manteniendo la trazabilidad. Se alcanzó, a su vez, la digitalización del 100% de los legajos de bodegas y sidrerías de los documentos de inscripción y registro. También se digitalizaron los trámites que estaban en formato papel, lo que implicó una reducción importante de los archivos físicos, y una mayor disponibilidad de la información en el sistema de expedientes electrónicos.
Por otra parte, se culminó el proceso de cambio del sistema contable del instituto, incorporándose esta área al sistema UVA y logrando que el 100% de su contabilidad esté integrada al mismo sistema, lo cual nos ha permitido automatizar procesos como facturación, cobranzas y contabilización de estas transacciones.
Fuente: El Telegrafo
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