Bioplásticos: Reducir las emisiones de CO2 comparadas con los materiales convencionales, sino que promueve un uso eficiente de recursos residuales, como el aceite de cocina usado.
Montevideo | Todo El Campo | El cuidado ambiental comienza en la etapa productiva, y es importante que a partir de entonces cada paso que se da en la cadena alimenticia se esfuerce para cumplir ambientalmente. En ese sentido el envasado de los productos es fundamental dada la dependencia del petróleo que tiene el sector empaque. Paro eso está cambando.
La empresa japonesa Suntory Group lanzará la primera botella de PET a escala comercial hecha de paraxileno derivado de aceite de cocina usado, un hito que reduce la dependencia del petróleo y podría revolucionar el sector de los bioplásticos, informó BioEconomía.
A su vez, TekniPlex Healthcare desarrolló compuestos bio-basados para aplicaciones médicas, logrando un PVC con el mismo nivel de seguridad y funcionalidad que el plástico tradicional, pero con una reducción en emisiones de hasta el 90%.
El plan de Suntory Group no es un anuncio sin definición clara, sino que desde este mes de noviembre comenzará a producir las botellas de PET, en un cambio que en involucra unos 45 millones de botellas, en Japón, que serán ambientalmente sostenibles. Se espera que el total de envases se amplie progresivamente.
La tecnología empleada no solo apunta a reducir las emisiones de CO2 comparadas con los materiales convencionales, sino que promueve un uso eficiente de recursos residuales, como el aceite de cocina usado, que ahora cobra una nueva vida en forma de envase, agrega el artículo.
En cuanto a TekniPlex Healthcare, empresa que funciona en el ámbito de la salud, introdujo un nuevo PVC médico de origen bio que promete cambiar el paradigma en un sector donde la confiabilidad y la seguridad son esenciales. Estos compuestos bio-basados, desarrollados en Belfast, Irlanda del Norte, han recibido la certificación ISCC PLUS, un aval que garantiza la transparencia y trazabilidad en su cadena de suministro.
LA UNIÓN, FORTALECE.
El éxito de estas innovaciones no sería posible sin la colaboración intersectorial que conecta a empresas especializadas en diferentes áreas del proceso.
En el caso de Suntory, empresas como Mitsubishi y Eneos manejan la producción del bio-paraxileno, mientras que Indorama Ventures transforma este material en resina de PET.
TekniPlex también ha consolidado una cadena de producción y distribución certificada que asegura que su bio-PVC mantiene los más altos estándares, necesarios en aplicaciones médicas.
LA META ES CERO DEPENDENCIA DE MATERIALES DE ORIGEN FÓSIL.
Suntory lanzó un objetivo audaz: eliminar el uso de materiales vírgenes derivados del petróleo para todos sus productos de PET a nivel mundial hacia el año 2030.
Esta meta forma parte de su estrategia “2R+B” (Reducir/Reciclar + Bio), con la que buscan reducir el peso de las botellas, tapas y etiquetas, así como promover el reciclaje horizontal “botella a botella”, un sistema que recicla botellas de PET usadas para producir nuevas botellas.
En base a BioEconomia.info
Foto de portada: Nature.org.
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