Las implicaciones económicas serán especialmente notables para más de 120.000 explotaciones ganaderas y cerca de 300 empresas, en su mayoría pymes situadas en zonas rurales.
Madrid, España | Todo El Campo | El aplazamiento del reglamento de deforestación de la Unión Europea es una buena noticia para los países del Mercosur que había solicitado esa postergación en la fecha en que comenzaría a regir. Desde Uruguay se había pedido una postergación. Pero la medida es tan compleja que genera costos también para los países miembros de la Unión Europea, en el caso de España, son 158 millones de euros por año sólo en el sector cárnico.
El monto millonario implica un desafío y a pesar del reciente aplazamiento en la fecha de implementación, los requisitos adicionales para garantizar que los productos no provengan de tierras deforestadas después del 31 de diciembre de 2020 se traducirán en un aumento de 23 céntimos por kilo de carne producida, según datos de Provacuno, informó Cárnica.
Con muy buena intención, la del cuidado del medio ambiente, la Unión Europea aprobó un reglamento que afecta directamente a la carne de vacuno y otros productos agrícolas como la soja, el cacao y el café. Sin embargo, las implicaciones económicas serán especialmente notables para más de 120.000 explotaciones ganaderas y cerca de 300 empresas, en su mayoría pymes situadas en zonas rurales, dice el sitio especializado en brindar información sobre el sector carnes.
La normativa exige sistemas de trazabilidad reforzados para garantizar que los productos no provienen de áreas deforestadas, lo que representa un reto importante para la industria, agrega y agrega que parte de la carne de vacuno que se consume en España proviene de la importación. Con esta nueva norma, los exportadores de carne deberán demostrar que sus productos no están vinculados a la deforestación, lo que implica cumplir con estrictos requisitos de trazabilidad. Esto incluye proporcionar evidencia de la cadena de suministro, desde la granja hasta el consumidor final, para asegurar que la producción no haya contribuido a la deforestación desde 2020 en adelante.
Además, los países exportadores de carne que no puedan cumplir con los estándares europeos podrían perder acceso al mercado de la UE, lo que llevaría a una reorientación de sus exportaciones hacia mercados con regulaciones menos estrictas.
APLAZAMIENTO DE LA APLICACIÓN HASTA 2025.
El objetivo del aplazamiento es ofrecer más tiempo a los operadores para adaptar sus cadenas de suministro y asegurar el cumplimiento de la normativa. De todas maneras, el reglamento ya está en vigor desde junio de 2023, pero su aplicación se ha pospuesto en un año. Si el Parlamento Europeo confirma la decisión, las obligaciones comenzarán el 30 de diciembre de 2025 para grandes operadores, y el 30 de junio de 2026 para micro y pequeñas empresas.
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