La satisfacción por el remate fue total porque los productores siguen apostando a la cabaña La Lorencita, que en 2025 cumplirá cuatro décadas diseminando su genética.
Carlos Sabatini | Mariscala | Todo El Campo | Se llevó a cabo el pasado sábado 19 de octubre en las instalaciones del local Cándido N. Cal ubicado en la localidad de Mariscala, el 39° remate anual de cabaña La Lorencita de Julio Bonomi e hijos. La firma encargada de subastar la reconocida genética pampa fue Gustavo Basso Negocios Rurales.
Las toradas, como nos tiene acostumbrado la familia Bonomi, estaban muy bien preparadas tanto los mochos como los astados, -en esta última raza una de las cartas de presentación de La Lorencita desde sus inicios-, eran 32 los reproductores ofrecidos los que salían vendidos en 12 cuotas o 180 días libres de plazo para el pago, habiendo importantes descuentos por preofertas, pago contado y compras de volumen, además de tener flete gratis para todo el país.
Como para ir calentando la pista se ofrecieron demás 24 vaquillonas PI y 70 vaquillonas H.
LOS VIENTRES.
El inicio de las ventas fue por demás auspicioso ya que los vientres que antes del arranque del remate ya estaban todos preofertados se despacharon con suma agilidad.
Se colocaron los Polled Hereford HS con un promedio de US$ 840, mientras que las vaquillonas Hereford promediaron US$ 945.
Las de pedigrí Polled Hereford promediaron US$ 952, mientas que las vaquillonas Hereford promediaron US$ 960.
LOS TOROS.
En las toradas los primeros bretes se fueron subastando muy ágilmente, en Polled Hereford el valor máximo lo consiguió el ejemplar caravana 9129, un hijo de Bolder, el que luego de intensa puja se colocó en US$ 330 la cuota, US$ 3.960 de valor total. El mínimo anduvo en US$ 200 la cuota, US$ 2.400 de valor total, promediando en US$ 2.760. Las colocaciones fueron totales.
En los astados el valor máximo lo consiguió el ejemplar caravana 9119, un hijo de Churchill, que se remató en US$ 330 la cuota, US$ 3.960 de valor total, el mínimo anduvo en US$ 200 la cuota, US$ 2.400 de valor total, promediando los US$ 2.940. Las colocaciones fueron parciales, despachándose los reproductores para varios puntos del país.
Finalizadas las ventas la satisfacción era total ya que, si bien quedó algún toro sin colocarse, los productores siguen apostando a la cabaña La Lorencita, que Dios mediante el año 2025 cumplirá cuatro décadas diseminando su genética a todos los rincones del Uruguay como así también a países vecinos.
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