En Estados Unidos, la Universidad de Míchigan a través del Departamento de Biosistemas e Ingeniería Agrícola, ha generado un sensor que optimiza el riego.

Montevideo | Todo El Campo | La producción a cielo abierto lleva de por sí un riesgo permanente que tiene que ver con el exceso o la falta de precipitaciones. Uruguay sabe mucho de eso, en un mismo año podemos para de un extremo a otro, pero lógicamente no es un problema solo de los agricultores de nuestro país, sino del mundo.

En Estados Unidos, la Universidad de Míchigan (MSU) a través del Departamento de Biosistemas e Ingeniería Agrícola, ha generado un sensor que optimiza el riego.

Un artículo publicado por esa casa terciaria, al que accedió Todo El Campo, da cuenta de los trabajos que varios investigadores de MSU “han desarrollado y están probando” respecto a “una tecnología de riego llamada Sistema de Monitoreo de Bajo Costo (Locomos)”.

El trabajo científico técnico es dirigido por Younsuk Dong. Se trata de una tecnología cuyos sensores “miden la humedad del suelo, la humedad de las hojas y otras condiciones ambientales”. Esos datos son “analizados por un software que genera recomendaciones de riego precisas y las entrega a los productores a través de una aplicación de teléfono inteligente fácil de usar”, se explicó desde la Universidad.

Dong expresó que “los sistemas de monitoreo de grado comercial son caros y, por lo tanto, no son accesibles para la mayoría de los agricultores. Los datos que generan también pueden ser difíciles de interpretar. Se necesitaba un sistema más sencillo que utilizara sensores de bajo coste, y Locomos se puede utilizar con un smartphone, al que casi todos los agricultores pueden acceder fácilmente”.

Por otro lado, el profesor Martin Chilvers, patólogo de cultivos de campo en el Departamento de Ciencias de Plantas, Suelos y Microbianos, dijo que si el riego es excesivo “es probable que se impulse el desarrollo de enfermedades”.

“Además, usar más agua de la necesaria es costoso” por lo que implica mayor uso de agua que el necesario, por la mano de obra y el equipo con la energía que requiere. “Hay muchas consideraciones que hay que tener en cuenta con el riego, por lo que lo que estamos viendo es cómo estos sensores pueden ayudar a facilitar ese proceso”, agregó.

Los análisis realizados hasta ahora muestran que en los campos de maíz y soja, Locomos ha mejorado la eficiencia en el uso del agua de riego sin aumentar la incidencia de enfermedades. En comparación con el programa de riego típico de los productores, el proyecto de la MSU aumentó las ganancias en las chacras, para ambos cultivos.

Los beneficios incluyeron la mejora de los rendimientos y la reducción de los costos energéticos asociados al bombeo de agua.

En una granja de tomate, la programación de riego basada en sensores ahorró un 30% en el uso de agua en comparación con el método de riego típico del productor.

Mark Seamon, director de investigación del Comité de Soja de Michigan aseguró que “los resultados iniciales parecen prometedores en el uso de estas herramientas en campos comerciales”.

Agregó que “el uso responsable del agua y el costo del riego son fundamentales para regar cualquier cultivo. La respuesta de la soja al riego puede ser más compleja que la de otros cultivos, por lo que la administración de los recursos y las finanzas es especialmente relevante”.

EN BÚSQUEDA DE LA AUTOMATIZACIÓN.

El próximo paso importante a dar es el desarrollo de la automatización, en particular para el riego, afirmó Dong.

Agregó que “la naturaleza de los datos de Locomos permite que sea una herramienta holística que ayuda a los agricultores a lidiar con la totalidad de la salud de las plantas. Si podemos hacer que el sistema pase de simplemente proporcionar datos a hacer automáticamente los ajustes para los agricultores, manteniendo al mismo tiempo la rentabilidad del sistema, sería una gran cosa”.

Seamon complementó señalando que los hallazgos recientes y las investigaciones futuras seguramente cambiarán la forma en que los productores abordan los desafíos del riego y las enfermedades en los cultivos.

“La investigación aplicada utiliza enfoques prácticos para problemas del mundo real y ajustes de gestión rentables, por lo que la adopción de esta gestión es probable debido al enfoque práctico de los problemas”, acotó.

Foto de portada: sensor Locomos en el campo. Foto de Younsuk Dong | Universidad de Míchigan.

Pin It on Pinterest

Compartir

Comparte este contenido en tus redes sociales!