Técnicamente, los organismos genéticamente modificados (OGM) se pueden dividir en transgénicos o cisgénicos.

Montevideo | Todo El Campo | En Estados Unidos, más del 90% del maíz, el algodón y la soja se derivan de semillas transgénicas. Las semillas genéticamente modificadas se introdujeron en 1996 y poco más de una década después afectaron a más del 50% de todos los cultivos de maíz, soja y algodón. Las dos características principales de las plantas modificadas genéticamente son la tolerancia a herbicidas (HT) y la resistencia a los insectos (Bt). Estos rasgos genéticos pueden añadirse a las semillas individualmente -lo más común- o combinarse.

Con el tiempo, también se han desarrollado características distintas a la HT y Bt, como la resistencia a virus, hongos y sequía, un mayor contenido de proteínas, aceite o vitaminas. Las semillas HT también se utilizan ampliamente en alfalfa, colza y remolacha azucarera.

Técnicamente, los organismos genéticamente modificados (OGM) se pueden dividir en transgénicos si los genes insertados provienen de diferentes especies, por ejemplo, genes de origen animal insertados en una planta, o cisgénicos cuando se modifican genes de la misma planta u organismo.

Fuente: Artículo del ing. Agr. Leo Bertozzi, experto en la gestión de la producción agroalimentaria de calidad y la cultura láctea, en Teseo News (clal.it) con datos del Servicio de Investigación Económica – USDA ERS. | Todos los artículos de Leo Bertozzi en Teseo News (clal.it)

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