Termina un año difícil, con un mundo que ofrece muchos desafíos en lo global como regional. En medio de los desajustes, en Uruguay sí sabemos hacia donde vamos.

Horacio Jaume | Montevideo | Todo El Campo | Está corriendo el último mes del año y cuesta tratar de definir este 2022 que se va. No son pocas las cosas que han sucedido y muchas de ellas están en proceso lo cual hace más difícil tratar de definirlo.

Los primeros 6 meses fueron casi mágicos para el agro. Los precios no paraban de subir, todo valía y se vendía, tal era la situación que había que pellizcarse para ver si uno no estaba soñando. Eso eran los mercados ya que el clima era otro, cosa que no era buena y ya en el arranque del año hubo zonas que fueron declaradas en emergencia. Había poco pasto y la oferta era poca, por lo tanto la situación se maquillaba. Pocos verdeos y la siembra de los cultivos de invierno en problemas.

A todo esto, los mercados bajaban.

Desde el punto de vista político, la ley de Educación despertaba la crítica de los sindicatos; lo mismo que la de Seguridad Social, esto se sumaba a la licitación del puerto y la planta potabilizadora en el Río de la Plata. Todas ellas son cosas que se deben hacer, y que administraciones anteriores habían preferido tirarlas para adelante porque se consideraba que el costo político iba a ser muy alto, por lo tanto, poco aconsejable.

Pese a todas estas advertencias el Ejecutivo decide profundizar esos temas y que pase lo que tenga que pasar.

Los primeros resultados de esta situación y pese a todos los vaticinios los resultados de los cultivos de invierno fueron buenos, lo mismo que la implantación de los de verano.

Los tiempos políticos están en plena ebullición y todo lo que ello conlleva.

Hace pocas horas se reunieron los presidentes de los países que forman el Mercosur, donde Uruguay fijo su posición de abrirse al mundo, cosa que no fue compartida pero sí entendida. China no termina de estabilizarse, la guerra entre Rusia y Ucrania continúa, el barrio está convulsionado con el triunfo de Lula en Brasil y no sabemos qué Lula vamos a ver.

 Mientras tanto los problemas internos están en plena discusión y la oposición se queja que no pudo presentar otras alternativas, aunque todos saben que lo que quiere es llevar agua para su molino.

Entretanto el presidente Luis Lacalle Pou sigue empujando y no piensa en los costos políticos.

¿Se puede llegar a una conclusión con un panorama en pleno cambios? Lo que sí sabemos es hacia donde se apunta y a eso estamos jugados convencidos de a donde vamos.  

Pin It on Pinterest

Compartir

Comparte este contenido en tus redes sociales!