El Banco Mundial rebajó el martes la previsión de crecimiento económico de China para 2022 en 2,7% desde 4,3% que proyectaba en junio. Los argumentos para la rebaja son el impacto de la pandemia y la fragilidad del sector inmobiliario. La institución también redujo la previsión de crecimiento del país para 2023, del 8,1% al 4,3%.
“La actividad económica en China sigue los altibajos de la pandemia: rachas y desaceleraciones en el crecimiento seguidas de recuperaciones desiguales”, dijo el Banco Mundial en un comunicado.
“La previsión es que el crecimiento del PIB llegue al 2,7%, antes de una recuperación al 4,3% en 2023 con la reapertura de la economía”, añadió la entidad financiera.
Las previsiones están por debajo del objetivo oficial chino del 5,5%, un crecimiento que los analistas consideran imposible de lograr.
Después de tres años de bloqueos, pruebas a gran escala, cuarentenas prolongadas y restricciones de viaje, China abandonó este mes su política de ‘covid cero’. Pero la interrupción de las actividades continúa con aumento de casos y se mantienen algunas restricciones.
“La adaptación continua de la política COVID-19 de China será crucial, tanto para mitigar los riesgos para la salud pública como para minimizar los impactos económicos más amplios”, dijo Mara Warwick, directora del Banco Mundial para China, Mongolia y Corea.
El “estrés persistente” en el sector inmobiliario, que representa el 25% del PIB anual del país, podría tener efectos macroeconómicos y financieros más amplios, dijo el Banco Mundial.
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