Considerada una de las carnes más nobles de la gastronomía, el cordero patagónico es tierno, jugoso y de gran valor nutritivo. En línea con la tendencia gastronómica, Marfrig – líder mundial en la producción de hamburguesas y una de las mayores empresas de carne vacuna del mundo – pretende de una vez por todas difundir el consumo del corte en el segmento food service en Brasil y también ofrecer opciones orgánicas en 2022.
Adquirida por Marfrig en 2007, la planta de Patagonia tiene una superficie de 9.000 metros cuadrados y está ubicada en una de las islas remotas del archipiélago de “Terra del Fuego”, en el extremo sur de Chile. La operación anual se realiza solo entre enero y mayo, cuando las condiciones climáticas son más favorables, ya que el invierno en la región es bastante severo. Durante la temporada trabajan 400 empleados para garantizar la cadena productiva, con el sacrificio de 180.000 animales.
Los llamados corderos son ovejas que tienen un peso diferente -aproximadamente 13 kilos- lo que hace que el producto sea muy demandado a nivel mundial por su buena relación entre músculo y grasa. Los rebaños son criados por productores locales en los extensos campos patagónicos y alimentados 100% a pasto, sin confinamiento, lo que hace más sustentable la producción. Como resultado, la carne de este entorno tiene una grasa saludable y más calidad, sabor, terneza y jugosidad.
“El cordero patagónico es uno de nuestros cortes más diferenciados en sabor y calidad. Creemos que la carne es una buena opción para ser descubierta por consumidores que aún no han vivido esta experiencia gastronómica. Además de sostenible, esta es otra sabrosa alternativa para integrar el menú brasileño”, dice Mariano Pabón, director general de la operación de Marfrig en Chile.
En Brasil, el corte forma parte de la línea Bassi Patagonia, la marca de carne premium de Marfrig. Para 2022, la empresa pretende incluir el cordero patagónico también en boutiques y carnicerías especializadas en el ramo y en el food service -segmento compuesto por restaurantes, bares y panaderías- y crear una versión orgánica del corte en carne.
Además de Chile y Brasil, el producto congelado se destina al retail en el mercado internacional, exportándose a Estados Unidos, China y Europa. Para ello, la planta cuenta con la certificación BRC, reconocida por la GFSI (Global Food Safety Initiative), programa que tiene como objetivo armonizar los estándares internacionales de seguridad alimentaria con el apoyo de los minoristas y fabricantes de alimentos más grandes del mundo. La unidad Marfrig todavía tiene una estructura apropiada para el ritual Kosher, típico de la cocina judía.
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